viernes, 29 de abril de 2011

Volvemos a Aramotz - Mari González Sánchez





Guardo buenos recuerdos de la sierra de Aramotz, un macizo que nos hizo montañeros. Hacía años que no la visitaba y el pasado miércoles nos pareció oportuno volver a intimar con la sierra.

Son muchas las localidades que pueden servir para penetrar en la cadena, un laberinto kárstico, que debe ser una escuela del montañismo para los jóvenes, a pesar de que sus aproximaciones están muy deterioradas y humanizadas, producto de diferentes factores.




Tomado de Wikipedia…para invitaros a recorrerla:

“La Sierra de Aramotz, antaño denominada de LEGARMENDI, es un conjunto montañosos vizcaíno que separa las comarcas de Arratia y del Duranguesado (¡como nos atraía de jóvenes!). Forma parte del Parque Natural de Urkiola y por ella cruza la divisoria de aguas entre las vertientes mediterránea y cantábrica. Es un territorio kárstico, con lo que ello supone, paisaje abrupto, áspero, dominado por la roca caliza. La altitud media de la sierra es de 800 mts sobre el nivel del mar y sobre ella se alzan las cumbres relevantes entre las que destaca el altivo MUGARRA 8936 m) y el Arrietabaso (1018 m), perteneciente al vecino macizo de Eskubaratz, que cierran la sierra por su extremo oriental, mientras que por el occidental está Belatxikieta (611 m).

La vegetación está compuesta por prados de altura, encinares atlánticos y espinos albares que crecen sobre la caliza, mientras que en las partes mas bajas se abren bosques de hayas y robles que comparten el terreno con el rentable pino insignis. La fauna es propia del Parque Natural de Urkiola pero destacan las aves en especial los buitres que tienen como preferencia de anidación la gran peña del MUGARA, donde hay censadas mas de 60 parejas”.




Tras esta presentación, comenzamos la excursión. El punto de encuentro es la aldea de BERNAGOITIA y desde allí, primero por pista alcanzamos los viejos senderos de montaña, esos que tanto nos gustan, para llegar al collado de Mugarrikolanda, en atractiva ascensión. Pisar la cima del Mugarra es recomendable, aunque nosotros no lo ascendimos, y sí, sin embargo el LEUNGANE, que ofrece un dilatado panorama, destacando en el valle el gran Bilbao.












Después entramos en el laberinto de Aramotz. A pie de monte, por los vallecitos que se forman, un camino serpentea y cada mendizale escoge sus picos, abundantes, para coleccionistas y algunos de ellas para el tradicional concurso de la EMF de “los cien montes”. Nos atrajo el Gaintzorrotz, trepamos, sin camino, negociando por sus rocas, con prudencia hasta alcanzar su atalaya.










Nos hubiera gustado seguir enredando, por los riscos, pero el tiempo pasaba y por la pista situada al pie de la cadena, a donde llegamos sin dificultades a pesar de la composición de un escabroso terreno, iniciamos la aproximación hacia BERNAGOITIA, donde cerramos el circulo.





Tiempo empleado con paradas: 5,45 h
Desnivel: 935 m.

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