lunes, 2 de septiembre de 2013

Peña Karria, vía Pitxe. La "no cumbre" o "no escalada" - Ana Ruiz Pérez





¿Por qué siempre se relata una cumbre, una escalada a una cima, un recorrido? ¿Por qué siempre escribimos sobre éxitos y no sobre retiradas o “no cumbres”?
¿Es qué sólo cuenta el éxito?



Ayer, tras un pequeño descanso bien merecido después de llegar de Alpes, decidimos escalar cerca de casa, en Peña Karria. Un monte con renombre que se ha ganado su puesto en este territorio por no tener un camino “asequible” a su cima. Para que nos entendamos hay que poner un poco más... Posee un cresterío que hace las delicias de aquell@s que nos encanta descargar adrenalina y una roca caliza de color anaranjado que invita a subirla. Decidimos escalar la “vía Pitxe”, una ruta que más o menos entra dentro de nuestro grado y además está perfectamente equipada. 

Desde el mismo pueblo de Arroyo de San Zadornil podemos ver la línea y es bastante apetecible. Una vez que terminas la vía no te quitas las trastos, ya que hay que seguir cresteando hasta hacer cima y luego bajar por la normal; por lo que podemos decir que es bastante completa.

Nos acercamos a pared por los trazados de sendero y ganado, ya que existen tantos caminos e hitos que no sabemos más que llegar a nuestro destino como podemos, es decir, a la mecagüen diez. El día se va poniendo plomizo, pero nuestras ganas de escalar no cesan y la rocaína resuena en nuestras venas, y más tras la paliza de la subida con todo el material.


Sorteo de largos y me toca empezar. El primer largo es la joya de la vía, un diedro como un libro abierto, en unas reseñas 6b/A0, en otras 6a+. A mi parecer y el de Idoia, 6a+ es suficiente, pero hay que trabajárselo de lo lindo, ya que tiende a desplomar y te deja los brazos como una porra de duros.


El siguiente largo es para Idoia, sigue en diedro y tiene pasos bastante duros, tras desaparecer por un árbol dejo de verla, pero no de oirla ya que se ha topado con una araña del jurásico y le esta poniendo la cosa difícil.

- Jodoooooooo que hay una araña peluda justo donde tengo que agarrar, y si me pica???
- Aupa Rubi que tu puedes.
- Voy a ver si la puedo sacar con una cinta.... Ahí vaaaaaaaa...
- Pero no me la tires encima...!!!!


Y allí me quedé: con la compañía de la araña que me miraba con esos ojos verdes.. y ya no atendía a lo que me decia Idoia... Solas ella y yo, e intentando con la cuerda que no se me acercase. De repente, todo el ambiente se pone de color más gris aún si cabe y nos rodea la típica niebla con sirimiri que hace empapar nuestras camisetas y mojar la roca. 

La rubi me grita, reunión!!!! y tiro para arriba lo más rápido posible alejándome de la araña y del intenso frio de estar quieta. Cuando llego a la reunión, miro a la rubi e inmediatamente sin terciar palabra nos preparamos para rapelar.


Podíamos haber continuado, sin disfrutar de la escalada, ni de las vistas... y con un posible patinazo en cualquier momento que pusiera en peligro nuestra integridad. Pero ¿de verdad merecía la pena?¿tenemos que demostrar a alguien algo? Creo que la pared y la ruta no se va a mover de allí, que otro día en mejores condiciones vamos a disfrutar mucho más porque hasta ese momento la escalada era superguapa y recomendable, así que no hay mucho más que contar... Bueno sí....... fue llegar al coche y salir un sollllllllllllllllll de muerte.

En fin, a veces es genial que queden cosas “pendientes”, tomar decisiones de “no llegar” a cima cueste lo que cueste y esto a pesar de que en nuestro interior se te quede ese saborcillo un tanto “amargo”.

¿Cuenta la cima, la escalada o el camino? Todo depende de nosotr@s.

VOLVEREMOS!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ademàs, la cumbre ya la tenìais en el "haber"y ademàs en buena, que digo buena, buenìsima compañia. Muxuk eta ikusiko gara.
Iñaki

Ester dijo...

BUa, siempre estará ahí. Anda que no tengo una larga lista de incompletas, por distintos motivos. Al tiempo cuando vuelves, y lo completas la sonrisa es mucho más grande.
Gracias por tus reflexiones sobre las "no cumbres", yo también lo suelo hacer.

Salud

Antonio Anzas dijo...

¡ Una retirada a tiempo, es más un triunfo que un fracaso !. Y cuando te preguntas que hago yo aquí, ya sin disfrute alguno...! es momento de dar la vuelta !. A veces no es posible o es más rápido acabar. Pero siempre el sentido común nos dirá, y la cima ahí continuara para que la disfrutemos en momentos más propicios. Y como muy bien dices Ana ¿ a quien se lo tengo que demostrar ? si aún me queda la otra mitad, que es bajar y contarlo .

Antonio